Es fácil de construir y responde a la sabiduría que da la experiencia y la necesidad. Se trata de instalar una vasija dentro de otro mucho más grande. En el espacio que queda entre ambas vasijas se vierte arena mojada y su cubre con un paño húmedo, lo que permite generar un descenso de la temperatura interna.
Está comprobado que gracias a este sistema los alimentos que usualmente se descomponen al tercer día pueden durar hasta tres semanas.