Creada por el salvadoreño René Núñez, la turbococina, no produce humo y reduce las emisiones de gases invernadero en un 95%.
La idea, nació como una forma de aprovechar la energía generada por la combustión de la madera, por lo que con esta variante de cocina tradicional, se cuece sin humo y se puede con solo 5 trozos de madera de 13 centímetros hacer una comida completa.
La turbococina tiene un aprovechamiento térmico de 93 por ciento, utilizando un método de combustión a baja temperatura y permitiendo un bajo consumo en leña aprovechándola al máximo.
Su estructura es cilíndrica de acero inoxidable, tiene un ventilador que funciona con electricidad en su interior, una placa de que regula la entrada y salida del aire hecha de acero y un disco de 10 inyectores de aire.
Aunque por el momento no todo puede ser perfecto con la turbococina, y es precisamente lo que se está buscando solucionar a futuro, debido a que requiere de electricidad para el funcionamiento del ventilador interno, por lo que en zonas aisladas no se puede usar.
El invento, ha llevado al salvadoreño a ganar múltiples premios a nivel internacional, además de ser reconocido por la NASA como una de las mejores cocinas. Al respecto, Núñez dice “Que la NASA haya dicho que es la mejor cocina del mundo, tiene un valor enorme para mí”.