Sin dudas que las plantas medicinales que nos provee la naturaleza son el complemento ideal para tener una buena salud. Partiendo por una alimentación sana, siguiendo la máxima de Hipócrates: “Que tu alimento sea tu medicina, y que tu medicina sea tu alimento”, con una actividad física regular intentado disfrutar del aire libre, estos regalitos de la madre tierra ayudan a mantener el equilibrio en el organismo, y sanarlo frente a distintos malestares.
El matico(Buddleja globosa) es una planta medicinal de efecto suave, por lo que no requiere necesariamente de la supervisión de un especialista para su uso. Sin embargo, es muy poderosa para tratar malestares, siendo la clave para el éxito ser regulares en su aplicación.
Entre sus bondades (avaladas tanto por la sabiduría popular como por la ciencia), figura como un hemostático y anti inflamatorio, aplicando compresas algodón o gasa impregnadas con infusiones de matico para tratar heridas rebeldes y borrar cicatrices. Además, alivia afecciones dérmicas como la dermatitis, acné y quemaduras solares.
En el sistema digestivo, sirve para tratar cuadros de reflujo y esofagitis, sanando las heridas y regulando la actividad del tracto digestivo. Sus principios activos ayudan a proteger las mucosas de los intestinos y el estómago.
Actualmente, existen productos que nos ofrecen esta planta en diferentes modalidades, te en saquitos, shampoo, cremas y hasta spray. Sin embargo, nada supera a la planta en su estado natural, aprovechada en infusiones que podemos realizar nosotros mismos.