Un nivel 258 veces por sobre el límite establecido por el gobierno japonés en la alimentación se detectó en peces atrapados a 20 kilómetros de la costa japonesa cercana a la accidentada central nuclear de Fukushima.
Tras el correspondiente análisis científico, los peces registraron un nivel de 25.800 becquereles de cesio por kilogramo, mientras que en la misma zona se habían encontrado salmones con 18.700 becquereles de cesio por kilogramo.