De todo ha traficado el ser humano para ganar dinero a costa de los animales. Desde especies que han sido sacadas de su hábitat hasta extinguirse, hasta proveer de cuernos de rinoceronte para siniestros coleccionistas, la última moda es el tráfico de patas de oso y huesos de león, el último de los ultrajes.
En el 2010, el esqueleto entero de un león africano se cotizaba en 4.000 dólares, y en el 2012 alcanza los 12.000. El último de los decomisos ligados a este tráfico se realizó en el sur de China, donde la policía desbarató una red de traficantes. En el lugar se encontraron más de cien patas de oso, para que lo que fueron cazados unos 43 osos, con un valor de 3.000 millones dólares.