Las orcas (Orcinus orca) son animales que pesan más de 5 toneladas en su vida adulta y miden unos 9 metros. Se pueden encontrar en casi todos los mares, pero prefieren las zonas frías y templadas, especialmente la zona Ártica y Antártica.
Sin embargo, nosotros las conocemos por las imágenes de shows en que estos animales pertenecientes al género de los delfines son exhibidos como grandes y torpes monstruos que tienen que obedecer a su entrenador, que se ve ridículo dándole ordenes a un ser increíblemente más grande y fuerte.
Depredadores letales en su hábitat, son ignorantemente conocidos como ballenas asesinas, siendo que el número de ataques a seres humanos en la naturaleza es nulo. La película Orca, la ballena asesina (1977), ayudó a difundir este mito. Liberen a Willy, de 1993, mostró otra cara de estos animales, exhibiendo el drama del cautiverio y la incomprensión humana de la indomable naturaleza.
Sin embargo, existen ataques de las orcas en cautiverio, expuestas a condiciones totalmente antinaturales. Sus entrenadores dicen amarlas, pero cuesta creer en esto cuando lo que hacen es enaltecer su ego encerrando a las orcas en una gran pecera y ridiculizándolas. Y esto ha tenido un precio.
En el 2010 una entrenadora de Sea World fue atacada por una orca, que la tomó con la boca, la sumergió y agitó hasta ahogarla. Tilikum, el nombre de la orca, y que significa amigo, también ahogó a un entrenador en 1991 cuando era propiedad de Sealand. El hecho fue olvidado, ya que uno de estos animales tiene gran valor en el mercado.
El último de estos incidentes ocurrió en un parque de Sea World en San Diego, y aunque fue hace seis años las imágenes se difundieron recientemente en el marco de un juicio de la Secretaria de Trabajo de Estados Unidos contra la empresa, abduciendo que los trabajadores son expuestos a un gran peligro. Kasatka, es la orca que protagonizó el ataque, y en el momento del incidente estaba alejada de sus dos pequeñas crías, que estaban en un estanque contiguo.
El libro Death at Seaworld(Muerte en SeaWorld), de David Kirby, puso el tema en discusión y cuestiona el rol de los parques acuáticos en la conservación de animales como las orcas, en peligro de extinción. Según Naomi Rose, bióloga marina y miembro de la Sociedad Protectora de Animales, las orcas en cautiverio tienen una tasa de mortalidad dos veces y medio mayor que aquellas que las que viven como corresponde, en estado natural.
