Es una idea simple y ayuda a reciclar: puedes transformar los corchos usados en una excelente cápsula combustible para encender fuego, sea en un asado, un paseo al campo u otro motivo.
Sólo basta con guardar los corchos en un frasco de alcohol blanco por algunas semanas. Así tendrás una alternativa más rápida y eficiente para encender fuego.
Por cierto, recuerda dejar el frasco fuera del alcance de los niños.