A un grupo de ratones se les alimentó con una dieta rica en grasas. Un grupo de ellos recibió dosis de ácido ursólico, un compuesto que se encuentra en elevadas concentraciones en la cáscara de la manzana.
El estudio reveló que este ácido contribuyó a que a los ratones que lo recibieron padecieran de menor obesidad, riesgo de prediabetes y enfermedades hepáticas.
Otros alimentos que contienen esta sustancia son el arándano, orégano, lavanda, albahaca, menta, ciruelas y la albahaca. Sin embargo, la cáscara de la manzana lo contiene en mayor abundancia. A esto se suma que investigaciones previas determinaron que el ácido ursólico estimula el crecimiento muscular y cuida del desgaste muscular.