Debido a diversas pruebas por parte de inspectores en Japón, las centrales nucleares han debido detener sus actividades, las cuales son sometidas a lo que se conoce como test de estrés, considerado un requisito previo a reiniciar las actividades, luego de la gran catástrofe de la central nuclear de Fukushima, en el pasado terremoto que azoto a la zona y posterior tsunami.
Por su parte, la central nuclear de Takahama, el fin de semana recién pasado tuvo que apagar su reactor, para ser sometido al test anteriormente mencionado.
En tanto, autoridades de Fukui, no darán el visto bueno al inicio de actividades de los once reactores nucleares que existen en esa prefectura, si es que el Gobierno nipón no les de las garantías necesarias para una mayor seguridad.
En caso, de que los reactores no pasen las pruebas realizadas, por seguridad, se detendrá la actividad por completo de todos estos.