Entre todas las rarezas que uno pueda ver en la vida, esta debe ser de las más bizarras, y quizás para muchos aberrante.
No encontrando una mejor manera de honrar la muerte de su mascota, el inventor holandés Bart Jansen, saliendo de toda lógica, convirtió a su gato Orville ya muerto en un helicóptero.
La mascota, luego de sufrir un accidente, fue disecada y después convertida en gato-nave como una forma de honrar la memoria del felino, según dice su inventor.
La máquina-animal, lleva por nombre Orvillecopter, y hoy pasa a ser uno de los exponentes del festival de arte Kunstrai en Amsterdam, Holanda.
Su creador asegura que aún faltan muchas cosas por mejorar en el Orvillecopter, ya que aún tiene mucha inestabilidad en el vuelo; y como si fuera broma, recuerda que Orville amaba los pájaros, por lo que “para su cumpleaños recibirá motores más grandes y potentes para volar junto a ellos”, finalizó.