Al cultivar nuestros propios alimentos, estamos ayudando en cierta medida al medio ambiente. Esto, debido a que la actividad económica agrícola de nuestros tiempos es una de la principales causantes de pérdida de biodiversidad y contaminación del ambiente.
En la actualidad y debido a que no siempre sabemos de donde proviene el producto que comemos o como se elaboran o si son transgénicos, tener una huerta orgánica es una buena solución para evitar esas dudas y de paso, consumir algo de plena confianza.
La huerta orgánica se puede desarrollar tanto en ciudad como en el campo, y brinda a los cultores la posibilidad de acercarse a la naturaleza, entretenerse al momento de sembrar con la familia y obtener alimentos sanos, confiables y nutritivos.
Otra de las características que posee la huerta orgánica es que nosotros mismos podemos hacernos cargo de la basura, debido a que se puede obtener compost o humus -de los residuos orgánicos que se producen día a día-, los que son conocidos como los mejores abonos para plantas y árboles.
No es necesario tener grandes espacios de tierra para crear huertos orgánicos, puedes desarrollarse en maceteros, de forma vertical, y en espacios reducidos.
Así que ya sabe. Aproveche sus vacaciones, adéntrese en el tema de los huertos orgánicos, cultive y aliméntese de manera saludable.