El flúor es una de las sustancias que contiene el agua, pero además, desde hace muchos años es agregado a la mayoría de los sistemas de agua municipales en los EE.UU., de España y de otros muchos países.
El fluorato es utilizado también en antidepresivos como el Prozac, y sólo hay que ver los efectos secundarios que tienen, como por ejemplo la impotencia.
Este componente se aconseja que se eche también en el agua embotellada. Así que, cuando vayamos a comprar, optemos por la que menor cantidad de flúor tenga.
Si se absorbe flúor con demasiada frecuencia, puede provocar caries, osteoporosis y daños a los riñones, huesos, nervios y músculos.
En el medio ambiente el flúor sólo puede cambiar de forma, no se puede destruir. Se encuentra en el suelo y es absorbido por las plantas.
En las plantas que son sensibles a la exposición del flúor, incluso las bajas concentraciones del mismo, pueden provocar daños en las hojas y una disminución de su crecimiento.
Los animales que ingieren plantas que contienen flúor pueden acumular grandes cantidades en sus cuerpos. El flúor se acumula principalmente en los huesos. Como consecuencia, los animales expuestos a elevadas concentraciones sufren de caries y degradación de los huesos.
Demasiado flúor también puede provocar la disminución de la cantidad de alimento tomado por el estómago y puede alterar el desarrollo de las garras. Por último, puede provocar bajo peso al nacer.