Según un estudio de la Universidad de Stanford, no hay pruebas concluyentes de que la comida orgánica sea más sana.
Según los investigadores, si bien las frutas y vegetales orgánicos reducen hasta en un 30% la exposición a pesticidas, los productos cultivados de manera convencional también están en los límites seguros.
Por otra parte, los alimentos orgánicos no demostraron tener más nutrientes.