La recopilación de la cantidad de muertes de pingüinos, fue realizada por el doctor Alejandro Simeone, director del Departamento de Ecología y Biodiversidad de la Universidad Andrés Bello y se logró mediante reportes científicos, ONG’s, prensa y el Servicio Nacional de Pesca.
En dicha recopilación se advierte que entre los años 2005 y 2010, más de 2 mil pingüinos (de Humboldt y de Magallanes), han muerto en costas chilenas.
Entre los casos de muerte sobresale el de la localidad de Queule (región de La Araucanía), donde una cifra aproximada de 1380 pingüinos aparecieron muertos en la playa. Pero el problema no queda ahí, debido a que estudios posteriores señalaron que los animales tenían marcas y aberturas en sus patas, lo que da indicios que se habrían enredado en redes de pesca.
Estos casos, conocidos como “enmallamientos”, también ocurrieron en otras localidades como entre el norte de Chañaral, Valparaíso y Concepción.
Otro dato a considerar en los llamados “enmallamientos”, es que el 54% de ellos se produjo entre marzo y julio, fecha en la cual, el pingüino de Magallanes, comienza a migrar del sur hacia el norte, incluso, llegando a Perú.
Como conclusión, el doctor Alejandro Simeone señala que esto sólo muestra la punta del problema, pero el problema acontecido con los “enmallamientos” y los pingüinos, puede deberse a un tema aún más profundo.