Sin duda, ésta es una buena noticia para el planeta, ya que casi un 50% de la energía que se consumió el año pasado en Brasil era proveniente de fuentes renovables.
El dato se publicó en un estudio realizado por el gobierno del país sudamericano donde entregaba la cifra del 47,2% de uso energético renovable.
La participación de las fuentes renovables en la matriz energética del país creció desde el 39,3% en 2001 hasta el 47,2% en 2009, según el estudio “Indicadores de Desarrollo Sustentable” del estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
Las participación de las fuentes no renovables como carbón, petróleo y gas en la matriz energética brasileña cayó del 60,7% al 52,8% en el mismo período.
El aumento de las energías limpias se produjo gracias al uso contínuo del etanol de caña de azúcar, combustible que se convirtió en el más usado por los automóviles particulares del país y del que Brasil es el mayor productor y exportador mundial.
A la expansión de las renovables también ayudaron los nuevos proyectos para generar energía eólica y solar, y el índice puede elevarse aún más en los próximos años, cuando entren en operación grandes hidroeléctricas en construcción en la Amazonía.
Existe, sin embargo, alerta sobre los posibles daños ambientales causados por el aumento de los cultivos de caña para la producción de etanol.
“Es necesario aclarar que la caña de azúcar necesita de grandes concentraciones de tierra y del uso intensivo de agroquímicos para ser producida”, alega el especialista Judicael Clevelario Júnior, uno de los investigadores.
Según el estudio, la tasa de consumo de energía por habitante llegó a 50 gigajoules en 2008, la mayor en la historia del país, aunque retrocedió hasta 48,3 gigajoules por habitante en 2009 como consecuencia de la crisis mundial.