Si bien es cierto que la energía eólica ya se ha consolidado como una alternativa viable en Europa, en Chile este método todavía es “una promesa de futuro”… y no necesariamente por falta de recursos para desarrollarlo, sino principalmente por la desconfianza de las autoridades que obviamente se traspasa a los inversionistas.
Lo bueno es que existen buenas excepciones. Tal es el caso de Fibrovent, empresa que elabora un proceso de construcción de hélices para aerogeneradores abarcando el mercado nacional e internacional.
Según explica Álvaro Garrido, industrial designer de Fibrovent, “con esto buscamos aportar con alta tecnología en la fabricación de este tipo de productos, formar y capacitar un importante número de personas y disminuir los actuales costos de transporte para la región”.
“La tecnología utilizada por los generadores para los cuáles fabricaremos las hélices es la más innovadora que se haya desarrollado actualmente, pertenece a la empresa alemana Vensys, que acumula más de 15 años de experiencia en el sector, fabricando una de las maquinas más sencillas y eficientes del mercado”, agrega Garrido.
A todas luces una noticia más que bienvenida, sobre todo considerando que el tema energético ocupa la agenda de la opinión pública de manera relevante por estos días.
“Es necesario generar energía limpia, con el propósito de transformar la industria energética en un negocio sustentable, con la esperanza de que duren más tiempo que los combustibles fósiles y causen menos daño al medio ambiente”, comenta Álvaro Garrido.
También destaca que “como característica sobresaliente de esta tecnología podemos mencionar que opera en armonía con el medio ambiente, no afecta la vida vegetal ni el aire ni el clima y no presenta riesgos para la salud del ser humano. La operación de las centrales no requiere de la combustión de sustancias ni genera emisiones de gases tóxicos. Los requerimientos de espacio para la instalación de los equipos eólicos son menores al 5% de la superficie de los predios; es decir, para instalar energía eólica en algún terreno no se requiere de mucho espacio”.
Además de ser amigable con el medio ambiente la energía eólica también es eficiente.
Por ejemplo, Fibrovent trabaja en un proyecto para fabricar hélices de 40 metros de diámetro para aerogeneradores de 1,5 MW. Una sola de estas maquinas es capaz de alimentar y abastecer de electricidad alrededor de 130 a 150 hogares residenciales.
Todas estas razones son suficientes para comenzar a pensar seriamente en trabajar con energías limpias, cuidando siempre nuestro entorno y recursos naturales.
“El problema –dice Garrido- es que en la práctica las promesas no se traducen en hechos concretos. Así es la triste realidad, de los 25 proyectos de parques eólicos aprobados en Chile menos del 30% están en funcionamiento. ¿La razón? Falta de financiamiento y la ineficiencia de la Ley 19.300”.