La policía alemana informó este jueves 31 de enero que unos ochenta y seis camellos murieron en un incendio provocado en una granja familiar de la localidad de Ebhausen, al sureste de Alemania.
Los agentes desconocen el origen de la catástrofe, pero no hay señales de que el fuego haya sido ocasionado intencionalmente.
La granja funcionaba desde el año 2002, donde se realizaban paseos en el lomo de estos animales, siendo visitada por colegios de la región.
En el lugar, el dueño-un hombre de 73 años- también ofrecía otros servicios: terapias naturales a través del contacto con los camellos y la venta de leche a institutos cosméticos y laboratorios. Por lo mismo la granja atrajo la atención de algunos científicos, sin embargo, y como resumió un policía de la zona “la obra de toda su vida ha quedado carbonizada”.
Alrededor 1.13 GMT comenzó el incendio, donde acudieron rápidamente bomberos de localidades cercanas para apagar el fuego, pero no lograron salvar a los animales. El lugar donde dormían los camellos se quemó por completo. Las pérdidas materiales se calculan que serían entre uno y dos millones de euros.
El granjero tuvo su primer encuentro con los camellos en 1975 en un viaje a África, comprando el primero en 1987, quedándose en la actualidad con solo cinco de ellos que fueron los que sobrevivieron y rescataron de las llamas.