Como si fuese una película de ciencia ficción (no lo es), en Inglaterra exigen que para abril de 2016 todos los perros en ese país deberán tener un microchip.
La medida, se debe a que el gobierno busca reducir el número de perros callejeros y obligar a que los dueños de mascotas sean más responsables con sus animales.
Cabe señalar que, en Gran Bretaña cada año más de 100 mil animales son abandonados o perdidos, trayendo consigo un costo de 57 millones de libras para los contribuyentes en la isla. Peor aún, cuando los dueños se deshacen de sus mascotas, más de la mitad de los casos no logran ser identificados.
Los microchips que se pretende implantar a los perros son del tamaño de un grano de arroz y se montan bajo la piel entre los omóplatos del perro. Esta tecnología (que suena a ciencia ficción) permite que los veterinarios, consejos municipales y beneficencias busquen en bases de datos quién es el dueño si se cree que están perdidos.
Por estos días, creca del 60% de los 8 millones de perros en Reino Unido ya tienen implantado el microchip. Para 2016, será obligación de los propietarios registrar e informar sobre cambio de dueño en caso de venta o regalo. Para aquellos que no cumplan con la ley la multa será nada más ni nada menos que hasta de 500 libras.
¿Será el primer paso para los implantes obligatorios de microchips en los seres humanos? Solo el tiempo lo sabrá…
