Una investigación realizada por un grupo de investigadores dirigidos por la NASA determinó que el agujero sobre el ártico tiene un tamaño equivalente a cinco veces la superficie de Alemania.
Un agujero de una dimensión equivalente a cinco veces la superficie de Alemania se abrió en la capa de ozono sobre el Ártico, igualando por primera vez al que existe sobre la región antártica, anunciaron este domingo un grupo de investigadores dirigidos por la NASA en una publicación de la revista científica británica Nature.
“Por primera vez, la disminución fue suficiente para que se pueda hablar razonablemente de agujero en la capa de ozono en el Ártico”, estima el estudio. El responsable es un fenómeno conocido como “vortex polar”, un ciclón masivo que se produce en cada invierno en la estratosfera ártica y que el año pasado nació debido a un frío extremo, explicó Gloria Manney, del Jet Propulsion Laboratory, en California (Estados Unidos).
“La destrucción del ozono comenzó en enero, luego se aceleró a un punto tal que las concentraciones de ozono en la región del vortex polar eran bien inferiores que el año pasado”, dijo Manney. Valores particularmente bajos fueron observados “durante 27 días en marzo y a comienzos del mes de abril, en una superficie de más o menos dos millones de kilómetros cuadrados, es decir unas cinco veces Alemania o California”, precisó la científica.
Las mediciones efectuadas hasta ahora en el Polo Norte indican que la disminución de ozono es muy variable y mucho más limitada que en el hemisferio sur. Observaciones de satélites efectuadas entre el invierno de 2010 y la primavera de 2011 mostraron sin embargo que la capa de ozono había sido afectada a una altura comprendida entre 15 y 23 kilómetros. La pérdida más importante -más de 80%- fue registrada entre los 18 y los 20 kilómetros de altura.
El ozono, una molécula compuesta de tres átomos de oxígeno, se forma en la estratosfera donde filtra los rayos ultravioletas que dañan la vegetación y pueden provocar cáncer de la piel o cataratas. Este escudo natural es atacado regularmente a nivel de los polos en invierno y primavera, en parte debido a los compuestos que contienen cloro (clorofluorocarbonos o CFC) utilizados por el hombre en los sistemas de refrigeración o los aerosoles.
La producción de CFC es ahora casi nula, gracias al protocolo firmado en 1985 en Montreal. El frío intenso sigue siendo el factor principal de la destrucción del ozono. Por efecto del frío, el vapor de agua y las moléculas de ácido nítrico se condensan para formar nubes en la capas bajas de la estratosfera. En esas nubes se forma cloro el cual finalmente provoca la destrucción del ozono.