ADN recuperado de antiguos huesos de caribú revelaron una posible conexión entre pequeñas manadas y una erupción volcánica masiva que acabó con una buena parte del territorio de Yukon en Alaska.
Las muestras fueron encontradas en una capa de ceniza de hace unos mil años, según se reportó a la revista Ecología Molecular.
Es sólo una parte de la historia que intentan descubrir un equipo internacional de científicos de EEUU, Gran Bretaña y Canadá que han estado investigando sobre el pasado de esta frágil especie proveniente de Norteamérica.
Tyler Kuhn, investigador de la Universidad Simon Fraser y oriundo de Yukon, fue capaz de separar pedazos del ADN de los huesos encontrados glaciares de seis mil años de antigüedad.
Él y sus colegas compararon las muestras con el ADN de caribúes que viven hoy ahí. Para su sorpresa, aquellos huesos de más de mil años no coincidían con los de las manadas actuales.
La coincidencia con la erupción de un volcán hace precisamente un milenio hace suponer que el desastre natural acabó con todos los de la zona y probablemente provocó la inmigración de otros caribúes provenientes del sur.
Esta es la primera vez que se logra comprobar una influencia importante de una explosión volcánica a una especie animal.