El consejo constitucional francés le dio un duro golpe a la iniciativa contra el calentamiento global del Presidente Nicolas Sarkozy, al decretar que su impuesto a las emisiones de carbón no debería ver la luz.
La comisión determinó que la anticipada y ecológica ley promovida por el mandatario, es inefectiva, injusta e inconstitucional.
Explicaron que el impuesto, que correría a partir de este año 2010, supondría una carga para el común de los ciudadanos, mientras que mil de los mayores contaminadores de Francia y el 93% de los emisores industriales no serían agravados.
A esto, el gobierno dijo que revisarían el proyecto y tendrían una nueva propuesta lista a mitad de año.
Sin embargo, los medios ven esto como una humillante derrota para Sarkozy.
Aunque falten meses para un nuevo impuesto al carbón, muchos de los emisores más grandes de Francia están sujetos al sistema de la Unión Europea, en el que deben comprar créditos por equivalentes al exceso de contaminación que produzcan.
Sarkozy afirmó que esta ley pretendía afectar la conducta francesa y reducir el uso de petroleo, gas y carbón.
“Sin un control fiscal como éste, nada cambiará y serán nuestros hijos quienes reciban las consecuencias” sentenció el presidente.