El profesor Mark Post es profesor jefe del Departamento de Fisiología Vascular dela Universidad de Maastricht en Holanda está realizando investigaciones para crear carne sin la necesidad de ganado.
La industria ganadera representa uno de los desafíos más importantes y urgentes desde un punto de vista ecológico y alimenticio. Las emisiones de CO2 que produce esta industria representa un 18% del total de actividades que contribuyen al efecto invernadero, y supera incluso a las del transporte.
Además,La ONU estima que la demanda mundial de carne se doble en 2050, lo que empeorará aún más la situación. Además, un 80% de la tierra de cultivo está dedicada a la producción de carne y el ganado consume un 10% de los suministros de agua dulce.
Finalmente, se plantea un dilema ético. Según el profesor, la gente no está contenta con el modo en que se produce la carne actualmente.
¿Como se produce carne en un laboratorio?
Una célula madre es un tipo especial de célula, capaz de replicarse a si misma muchas veces. Las celulares madres embrionarias poseen una versatilidad y potencia únicas, por lo que son extraídas para convertirlas en células musculares.
Esta técnica tiene el mayor potencial porque una sola célula madre embrionaria correctamente controlada podría potencialmente producir varias toneladas de carne.
Sin embargo, el profesor Post cree que controlar la diferenciación de células madre embrionarias es demasiado complicado. Si bien se ha logrado saber cómo guiar el desarrollo de células madre embrionarias de humanos, ratas, ratones y monos, controlar células madre embrionarias de vacas y cerdos ha demostrado ser mucho más complicado. “Por alguna razón no podemos hacerlo y no sabemos por qué”, explica.
En vez de eso, el profesor Post está utilizando las llamadas células satélite, una forma de célula madre muscular que es normalmente utilizada por el cuerpo para reparar tejido dañado. Estas células pueden extraerse de un animal adulto sin matarlo y tienen numerosas ventajas. Para empezar, solo pueden convertirse en células musculares.
Para su primera hamburguesa, el científico pretende cultivar varias de estas células, mezclarlas con cebolla y especies, y hacer que un cocinero famoso la prepare. Post cree que es necesario un golpe publicitario para cambiar la imagen de la carne de laboratorio. “Alguna gente cree que es igual que los alimentos genéticamente modificados, pero no los es. Utilizamos exactamente el mismo proceso que ocurre en la naturaleza”, dijo Post.
Quizás una de las mayores dificultades que han de afrontar el profesor Post y sus colegas es el sabor de la carne de laboratorio. “No sabemos de donde viene el sabor de la carne. Asumimos que viene de la grasa pero puede haber otros componentes. La mayoría son desconocidos, así que es un misterio cómo las condiciones en las que producimos la carne pueden afectar su sabor”.