Un equipo de expertas en Argentina halló justamente eso: un tipo de plástico que es altamente resistente, pero que se deshace en pocos días si es enterrado y no libera toxinas.
Las científicas del Laboratorio de Polímeros y Materiales Compuestos, del Departamento de Física de la Universidad de Buenos Aires (UBA), junto con el equipo de Ecomateriales del Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (Intema), de la Universidad Nacional de Mar del Plata, trabajaron a partir de dos productos renovables: la mandioca y el maíz.
Así, combinando el almidón de mandioca con nanopartículas cristalinas de almidón de maíz lograron crear un plástico que tiene capacidades similares al film tradicional de cocina.
La física Silvia Goyanes, que dirigió el proyecto junto con la química Mirta Aranguren, le dijo a BBC Mundo que el proyecto surgió a partir de la tesis de la ingeniera argentina Nancy García, quien desarrolló la idea tras una experiencia en Francia.
El equipo argentino, compuesto por cinco mujeres, logró convertir la teoría en hecho y comprobó las ventajas de su creación.
“En general los films hechos a base de almidón de maíz o almidón de mandioca tienen poca dureza y demasiada permeabilidad”, señaló Goyanes.
La clave del éxito para lograr un material más duro y menos permeable consistió en combinar ambos tipos de almidones, en las medidas correctas.