El Aloe Vera tiene múltiples usos, es efectivo para tratar quemaduras y heridas, ya que sirve como antiséptico natural (contiene ácido salicílico), y penetra fácilmente en la piel y tejidos. También sirve en la regeneración de tejidos. Es un anestésico para calmar dolores musculares, y actúa como un sedante para el sistema nervioso.
Otro de los aspectos que vuelven atractivo al Aloe Vera es que no solamente podemos encontrar una gran variedad de formatos para consumirlo, sino que podemos tener nuestra propia planta en casa. Para tener éxito, es necesario que la planta tenga mucha luz, y no regarla en las dos semanas siguientes al trasplante. Las propiedades curativas del Aloe se vuelven efectivas a los tres años de vida.
La planta de Aloe Vera necesita dos cuidados fundamentales. Uno de ellos es protegerla de temperaturas inferiores a10 ºC. Asimismo, el exceso de agua también le resulta perjudicial.
Para consumirlo podemos elegir varias opciones según el tratamiento. La más recurrente es tomar una de las hojas, cortar las espinas de ambos lados, separar la hoja en dos partes y utilizar el lado de la pulpa a modo de compresas para calmar quemaduras solares o aplicar en heridas. Otro de las modalidades es el jugo, que se obtiene al triturar la hoja.