El lunes recién pasado, activistas de Greenpeace entraron a una planta nuclear en Francia con motivo de difundir el mensaje de que no hay energía nuclear segura.
El objetivo de esta arriesgada manifestación, fue la de demostrar la vulnerabilidad de las instalaciones nucleares en dicho país, además de lo fácil que es llegar al centro de un reactor nuclear.
La elección de la planta nuclear, Nogent-Seine-Sur, se debe a su proximidad a París, según señala Greenpeace, la cual queda a 95 kilómetros de la capital francesa.
En ella desplegaron un lienzo con el mensaje: “La energía nuclear segura no existe”; y tal parece que así quedó demostrado.
Posterior a esto, Eric Besson, actual ministro de industria en Francia, señaló que la irrupción por parte de los activistas se debió a un mal funcionamiento en el sistema de seguridad de la central, por lo que se tomarán medidas para que no vuelva a ocurrir.
Hay que recordar que anteriormente a esta acción, activistas de la misma organización fueron arrestados cuando intentaban colgar un lienzo que decía: “Escuchen a la gente, no a los contaminadores”, cerca del hotel ocupado como sede de la conferencia de Durban en el “Día Global de Negocios”, el cual fue realizado por las empresas relacionadas al tema.