La tormenta tropical Tomas, que toda la zona del Caribe vigila con ansiedad, se ha convertido en huracán mientras se acerca a Haití y Cuba, a cuyas inmediaciones se prevé que llegue en las próximas horas, según las previsiones del Centro Nacional de Huracanes (CNH) de EEUU.
Se esperan al menos 38 centímetros de lluvia sobre Haití y República Dominicana e incluso lluvias más intensas en Jamaica y Cuba, donde los fuertes vientos que han empezado a llegar por el este de la isla se apuntan como la causa del accidente de avión de la compañía Aereocaribean en el que viajaban 68 personas, entre ellas un español.
Tomas, que se desplaza con vientos máximos sostenidos de 130 kilómetros por hora y ráfagas más altas, se encuentra a 235 kilómetros al sur de Guantánamo (Cuba) y a 280 kilómetros al oeste de Puerto Príncipe, la capital haitiana.
El huracán se mueve a una velocidad de 15 kilómetros por hora, que aumentará en las próximas horas, hacia el noreste. Según los pronósticos del CNH, el ojo del huracán pasará cerca del oeste de Haití esta mañana y cerca o sobre el extremo este de Cuba, donde ya se ha declarado el estado de emergencia.
También se acercará al sureste de Bahamas y las islas de Turcos y Caicos esta noche. En este año, durante la temporada de huracanes en el Atlántico, que comenzó el 1 junio y finaliza el 30 de noviembre, se han formado 19 tormentas.
En Haití, la llegada de Tomas es otra pesadilla más para la población. Tras el brote de cólera, ahora es la tormenta tropical Tomas, con vientos máximos sostenidos de 85 kilómetros por hora, lo que amenaza al más del millón de supervivientes del devastador terremoto de enero que les dejó vivendo en los campamentos que aún habitan.
Algunos campamentos están siendo evacuados y las escuelas se han cerrado para utilizarse como refugios. Las autoridades locales están recomendando a los que siguen viviendo en tiendas de campaña que se muden a un refugio más seguro. Una de las principales amenazas son los desplazamientos de tierra, que podrían arrastrar los campamentos.
Otro temor es que la lluvia pueda empeorar la epidemia de cólera que ha dejado ya centenares de muertos. El miércoles funcionarios de la salud aseguraron que los casos de cólera se habían incrementado en un 40%, informa la BBC, y el número de muertos había ascendido a 442. Sólo desde el sábado han muerto 105 personas.
El aeropuerto internacional de Puerto Príncipe ya se ha cerrado y ha cancelado todas sus operaciones debido a los efectos que ya provoca la tormenta. No está previsto que reabra hasta el sábado.