Científicos de la revista australiana ABC Science llegaron a la conclusión tras pruebas a más de 30.000 personas que algunos hábitos habituales de nuestra vida cotidiana afectan a nuestra memoria sin darnos cuenta.
Uno de los hábitos que puede afectar nuestra memoria, reflejado en el estudio, es ver televisión. Otra de las conclusiones, se debe a consumir más de dos bebidas alcohólicas al día, ya puede también ser un mal síntoma en cuanto a nuestra capacidad de recordar, con un importante énfasis en aquellas personas que consumen una alta cantidad de alcohol todos los días.
También algunas dolencias y enfermedades pueden tener como daño colateral una ligera pérdida de memoria, como el insomnio y el estrés, pero también la depresión y la obesidad.
Por el contrario, los resultados arrojados en el estudio revelan que los usuarios con mejor nivel en los tests de memoria, fueron aquellos aficionados a la lectura, sobre todo la de ciencia-ficción. Los juegos de memoria, también ayudan a tener la mente más despejada. Pero, cabe señalar, que los juegos deben tener un reto para el cerebro, no los que acostumbren a una determinada manera de pensar.
Otros hábitos beneficiosos son beber té o café y comer pescado, que contiene ácidos grasos omega-3 y DHA, los que contribuyen a un mejor desarrollo cerebral y ocular, que acaba suponiendo una mayor agudeza visual, una mejor comprensión y capacidad de aumentar el vocabulario.
Sin embargo, otros alimentos que también son buenos para la memoria son los aceites derivados del pescado, el aguacate y las fresas, el tofu, las nueces y los anacardos, algunas especias como el orégano o la albahaca, verduras como el brócoli, la lechuga romana, los distintos tipos de coles, los guisantes y las espinacas o la carne de cordero, también son beneficiosos a la hora de vivir con una mente más despejada.