En Knowsley Safari Park, un parque turístico cerca del Liverpool, Reino Unido, una lechuza llamada Gandalf vive triste y temerosa de volar en espacios abiertos.
Los propietarios del parque supieron que la lechuza sufría de agorafobia cuando intentaron mudarla desde una casita donde vivía a una jaula abierta, ya que Gandalf rechazó completamente el cambio.
Desde este momento, el ave vive sigue viviendo en la pequeña casa de ladrillo, observando con mirada triste y a la vez tranquila como caminan y juegan otros animales y gente que visita el parque.
Mark Bridger, es un fotógrafo que captó a Gandalf con su cámara, diciendo que “tiene un aspecto fantasmal”.