No sólo viven en espacios reducidos, además existen extremos protocolos de seguridad que incluyen el uso de armas de fuego en caso de que uno de sus cuidadores se encuentre en riesgo. Como una cárcel para animales. Y eso fue lo que ocurrió hoy por la mañana cuando un tigre blanco escapó de su jaula y atacó a José Silva.
Pampa, un tigre blanco traído desde Argentina en el 2007, era uno de los 210 ejemplares que quedan en el mundo. Aunque el protocolo del Zoológico Metropolitano incluye que en una situación extrema se debe proceder con dardos sedantes y armas de fuego, la institución vuelve a fallar. Tenían a su cargo a un animal en peligro de extinción, gran responsabilidad frente a la que no estuvieron a la altura. Pampa está muerto.
Hoy, el Parque Metropolitano abrió sus puertas con total normalidad.