Una universidad de Israel realizó una investigación sobre la migración de las aves en el mundo en la que se concluye que la “Cortina de Hierro” impuesta por la Unión Soviética protegió a los países del este de Europa de la invasión de pájaros no-nativos.
El estudio, patrocinado por la Unión Europea, mostró que el mínimo intercambio que ocurrió entre ambos hemisferios del continente durante la Guerra Fría, significó una mínima oportunidad para que especies ajenas pudieran ingresar al suelo comunista.
Por el contrario, en los países del oeste se ingresaron varias especies de aves, particularmente como mascotas, las cuales eventualmente se apoderaron de las ecologías locales.
La investigación fue conducida por el Dr. Salit Kark del Departamento de Estudios Ambientales en la Universidad de Israel.
Kark explicó que durante la Guerra Fría, el oeste tuvo extensas vías de comercio con todo el mundo, con lo ingresaron muchas especies de pájaros como loros y los passeri.
En cambio, sólo algunas aves fueron permitidas al bloque soviético como los patos y los faisanes, los cuales eran para practicar la caza.
“Inconscientemente, la Cortina de Hierro evitó un gran daño a su ecología y las especies nativas de esos países”, concluyó Kark.
Agregó que, sólo desde el punto de vista del control de animales o plantas, podría aprenderse algunas lecciones de las políticas de aquel régimen, ya que hay países donde se han introducido irreversiblemente algunas especies que han resultado perjudiciales.