La gente que tiene más dificultades logra hacer las cosas más increíbles. Spencer West sufrió la amputación de ambas piernas a los cinco años, intervención quirúrgica obligada por una malformación genética. Los médicos le dijeron a su madre que no logaría hacer muchas cosas en la vida.
Sin embargo, Spencer se entrenó para demostrarle al mundo que no existe un impedimento demasiado grande si nuestro espíritu es fuerte. West eligió ascender el Kilimanjaro, la montaña más alta de África con casi 6.000 metros de altura en su punto más alto. Este atleta con voluntad hierro subió utilizando sus manos, en una ruta en la que el 50% de los montañistas no logran llegar a la cima.
Acompañado por sus dos mejores amigos, David Johnson y Alex Meers, Spencer conquistó la cima después de ocho días de travesía, y recaudó 500.000 dólares para una ONG que se encarga de llevar agua potable a Kenya, afectada por la sequía más grave en 70 años.