Los volcanes no son montañas que sólo tienen cambios a través de procesos milenarios. De un momento a otro, y a veces sin previo aviso, estas montañas de fuego entran en ebullición, invadiendo poblados enteros.
Las erupciones marinas son el lado más amable de los volcanes, aunque su erupción mata toda la vida que exista en esa zona. El contraste del magma que fluye con el agua crea un verdadero cuadro visual de dos fuerzas opuestas que entran en contacto. Contrario a lo que podriamos pensar, son más frecuentes este tipo de eventos que las erupciones terrestres.
http://youtu.be/N5ENwiOdgno