El frío extremo invernal en Rusia, está acabando con la vida de varios cisnes y patos.
En Rusia, el frío invierno está afectando a los cisnes de este país, incluso a los que emigran a la región cálida de Krasnodar, lugar que se considera su santuario invernal.
Esta situación ha traído consigo, que los muchos cisnes se encuentren al borde de la muerte.
Las bajas temperaturas incluso han congelado aguas de lagos y muchos de los cisnes necesitan de tratamiento ya que se encuentran en una condición débil.
Para cuidar a los cisnes más afectados, se ha tenido que intervenir con equipos de veterinarios especializados, los que además de cuidar cisnes, han tenido que ver la condición de patos.
Vitaminas, antibióticos y buena alimentación es el cuidado que los animales reciben por parte de los expertos y así poder salvarlos de la muerte, debido al frío extremo que azota a Rusia.