El agricultor Paul Francois añade: “Les señalan con el dedo (a los agricultores) mientras que son las firmas agroquímicas las que siguen embolsándose los beneficios”.
Hace un par de días atrás, en Francia, un agricultor sentó (literalmente) en el banquillo de los acusados a la multinacional Monsanto, acusándola de traer problemas a su salud debido a su producto Lasso, un herbicida prohibido en algunos países desde 1985 y que sólo fue retirado en Francia en 2007.
La acusación se presentó al Tribunal de Gran Instancia de Lyon y fue realizada por el agricultor Paul Francois, y viene con esta batalla desde 2004, año en el que inhaló gases de un producto fitosanitario de Monsanto que lo dejó en coma, con posteriores secuelas, afectando su sistema nervioso central, además de una invalidez parcial.
Francois, acusa que su enfermedad es de origen profesional debido a la manipulación del herbicida; así lo constató el Tribunal, por lo que el agricultor denunció a la empresa.
En tanto, el denunciante pretende que esto sea un ejemplo para otros agricultores que han sufrido problemas similares a causa de Monsanto y se quiten el miedo de encima.
Por otra parte, Francois cuenta con el apoyo de la organización Confederación Paisana y se espera que el juicio dure varias semanas, y se espera que el Tribunal dicte la sentencia el próximo 13 de febrero.