Entre las empresas que adoptaron el código de conducta se encuentran Areva de Francia, Atomstroyexport de Rusia, Canadá Candu Energy de Canadá, la firma japonesa estadounidense GE Hitachi Nuclear Energy, Korea Electric Power Company, las japonesas Mitsubishi Heavy Industries y Toshiba, y la gigante de Estados Unidos Westinghouse.
Según lo entendido, el objetivo del código por parte de los exportadores de energía nuclear es que esperan se aumente las normas de seguridad. La prevención de la proliferación nuclear y la protección y mejora ambiental.
Se acordaron seis principios que abordan desde la seguridad física hasta la ética y la indemnización de los daños en caso de accidente.
El acuerdo se finalizó a principios de este año, tras un largo proceso de tres años que tenía como objetivo establecer los estándares corporativos y de responsabilidad nuclear.
Por su parte, China National Nuclear Corporation, participó en las conversaciones iniciales, pero no adoptó el código. Esto debido a que el acuerdo es voluntario y no vinculante legalmente.
Recordemos que en un año en el que un terremoto y maremoto en Japón desencadenó la peor crisis nuclear en décadas y puso en entredicho el futuro de la industria, la energía nuclear pasó a ser tema de importancia en materia de seguridad mundial, para así, no repetir los horribles desastres que ya han existido a lo largo de la historia asociados a este tipo de energía.