La “Mina invierno”, megaproyecto carbonífero a tajo abierto, pone en peligro la vida de aproximadamente 10 mil pingüinos que habitan en Isla Riesco, Punta Arenas.
Así lo denunció el secretario general del Partido Progresista (PRO), Cristián Warner, quien señaló que “este mega proyecto amenaza con destruir el ecosistema de esta isla, la cuarta más grande del país. Más de diez mil pingüinos se dan cita allí cada año para reproducirse, conviviendo con otras especies en un lugar que hasta ahora no había sido intervenido por el hombre”.
La Mina Invierno alcanzaría las 500 hectáreas de extensión.
En Isla Riesco se encuentra la mayor reserva de carbón del país, del tipo sub-bituminoso, altamente contaminante. Este combustible es fuertemente demandado por la gran minería nortina por medio de las termoeléctricas. En este contexto, las empresas Copec y Ultraterra firmaron una alianza para la explotación del carbón de esta mina.
Cristián Warner explicó que en Seno Otway, ubicado en la isla, se encuentra una de las pingüineras más grandes de Chile, y con la llegada de los barcos hasta la zona por aquella bahía, para retirar el carbón, se contaminarán las aguas, afectando no sólo a las aves sino que a todas las especies marinas y al medioambiente en general.
“Minera Invierno no ha dado respuesta a la totalidad de los factores implicados con el impacto ambiental, no ha hecho una inclusión en su línea de base del ecosistema marino adyacente a la mina y de los buques que transportaran el carbón, y no han querido aceptar la posibilidad de realizar nuevos estudios para analizar el impacto en la flora y la fauna”, señaló el secretario general del Partido Progresista.
Agregó que “como partido le exigimos al Gobierno que adopte un rol más proactivo en materia ambiental”.
Rodrigo López, coordinador del comité medioambiental del PRO, explicó que el gobierno aún está carente de una política ambiental con un marco regulatorio claro y consecuente, que vele por la integridad ambiental y una participación ciudadana efectiva.
López aseguro que no tiene sentido que no exista una estrategia definida de largo plazo y sólo se trabaje de acuerdo al caso a caso, como ha ocurrido con gran parte de los proyectos que ingresan al SEIA. A este respecto, mencionó el caso de Punta de Choros como el mejor ejemplo de esta política.